miércoles, 13 de noviembre de 2013

CONFIABILIDAD Y VALIDEZ EN LA EDUCACIÓN


Bajo un enfoque crítico, posterior a una disertación grupal y con la finalidad de obtener una exégesis concreta ligada completamente a la realidad que sustenta el Sistema Educativo Bolivariano, se plasmarán los aportes y reflexiones sobre la validez y la confiabilidad, taxonomía de Bloom y la legalidad que rige el proceso evaluativo de los aprendizajes. Es en este punto, donde se concibe que las teorías y enfoques humanistas de la praxología educativa van estrechamente en conjunto, con el proceso imprescindible que todo ser humano asume a lo largo de su vida. Así pues que, el individuo debe manejar la alteridad para entender de una manera bidireccional, la complejidad permitiendo incluir el entorno en dicho proceso, el holismo centrándose en un todo para lograr un objetivo y la disciplina basándose en el seguimiento de normas o leyes establecidas en un país.

                En la actualidad, cada sujeto o ente que integra el ámbito educativo cumple un rol de suma importancia, que se diferencia del antiguo método de enseñanza. De manera tal que la experiencia y lo anteriormente estudiado, simplifica la comprensión de la hipótesis acerca de la calidad en la educación que ameritan los pueblos en vía de desarrollo, el centro de dicha calidad es un educador comprometido a lograr la excelencia en los procesos claves de planificación y evaluación. No obstante, el facilitador debe adoptar diversas posturas para que el educando sienta el apoyo y compromiso en su totalidad, aunado a esto, también debe dar sin esperar nada cambio, adquirir nuevos conocimientos que estén a la vanguardia del día a día, aceptar opiniones para incrementar las fortalezas del proceso de enseñanza y aprendizaje que él dirige; todo esto sin dejar a un lado el trabajo arduo de ser objetivo e integral a pesar de las adversidades que se presentan constantemente.

                Planificación y evaluación son dos palabras que tienen un mismo sentido: trabajar en función de las necesidades de una persona; si bien el proceso de planificación tiene su complejidad, ya que se organizan y deciden los contenidos, competencias, indicadores y objetivos que darán pie a un aprendizaje significativo; se presenta el otro proceso aún más complejo, debido a que en éste, se seleccionan instrumentos, técnicas, estrategias, para comprender el uso de los mismos y luego aplicárseles a los aprendices, evitando despegarse de la diversidad funcional que se observa en las instituciones. Además, en la evaluación debe estar inmersa, un proceso de validez y confiabilidad de los instrumentos, para asegurar, responder, autocriticar y analizar los mismos, centrándose en el beneficio del aprendiz.

              

  En este sentido, la validez implica documentar y representar electivamente lo concerniente a las debilidades y fortalezas detectadas en los instrumentos y, por su parte la confiabilidad responde al basamento en la intuición y entendimientos que permite el desarrollo oportuno del proceso de construcción de la evaluación.



     Por otra parte, Benjamín Bloom se hace presente con su Taxonomía de Dominios de Aprendizajes, para sustentar la adquisición de nuevos conocimientos, a través de la jerarquización de verbos que se deben aplicar al momento de establecer los objetivos. Tomando en cuenta lo anterior, el dominio de las actividades educativas, las cuales incluyen el cognitivo, el afectivo y el psicomotor. Igualmente ciertos estudiantes de  la Taxonomía de Bloom han aportado nuevas ideas que refuerzan los criterios por los que se rige la misma, tales como: Anderson, Pager y Krathwohl. Finalmente, para llevar a cabo con efectividad el proceso evaluativo, se deben tomar en consideración las leyes establecidas por los entes gubernamentales, quienes apuestan al logro de la calidad de educación esperada, para la evolución del país.

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