Bajo un enfoque crítico,
posterior a una disertación grupal y con la finalidad de obtener una exégesis concreta
ligada completamente a la realidad que sustenta el Sistema Educativo
Bolivariano, se plasmarán los aportes y reflexiones sobre la validez y la confiabilidad,
taxonomía de Bloom y la legalidad que rige el proceso evaluativo de los
aprendizajes. Es en este punto, donde se concibe que las teorías y enfoques
humanistas de la praxología educativa van estrechamente en conjunto, con el
proceso imprescindible que todo ser humano asume a lo largo de su vida. Así
pues que, el individuo debe manejar la alteridad para entender de una manera
bidireccional, la complejidad permitiendo incluir el entorno en dicho proceso,
el holismo centrándose en un todo para lograr un objetivo y la disciplina
basándose en el seguimiento de normas o leyes establecidas en un país.
En
la actualidad, cada sujeto o ente que integra el ámbito educativo cumple un rol
de suma importancia, que se diferencia del antiguo método de enseñanza. De
manera tal que la experiencia y lo anteriormente estudiado, simplifica la
comprensión de la hipótesis acerca de la calidad en la educación que ameritan
los pueblos en vía de desarrollo, el centro de dicha calidad es un educador
comprometido a lograr la excelencia en los procesos claves de planificación y
evaluación. No obstante, el facilitador debe adoptar diversas posturas para que
el educando sienta el apoyo y compromiso en su totalidad, aunado a esto,
también debe dar sin esperar nada cambio, adquirir nuevos conocimientos que
estén a la vanguardia del día a día, aceptar opiniones para incrementar las
fortalezas del proceso de enseñanza y aprendizaje que él dirige; todo esto sin
dejar a un lado el trabajo arduo de ser objetivo e integral a pesar de las
adversidades que se presentan constantemente.
Planificación
y evaluación son dos palabras que tienen un mismo sentido: trabajar en función
de las necesidades de una persona; si bien el proceso de planificación tiene su
complejidad, ya que se organizan y deciden los contenidos, competencias, indicadores
y objetivos que darán pie a un aprendizaje significativo; se presenta el otro
proceso aún más complejo, debido a que en éste, se seleccionan instrumentos,
técnicas, estrategias, para comprender el uso de los mismos y luego
aplicárseles a los aprendices, evitando despegarse de la diversidad funcional
que se observa en las instituciones. Además, en la evaluación debe estar
inmersa, un proceso de validez y confiabilidad de los instrumentos, para
asegurar, responder, autocriticar y analizar los mismos, centrándose en el
beneficio del aprendiz.
En
este sentido, la validez implica documentar y representar electivamente lo
concerniente a las debilidades y fortalezas detectadas en los instrumentos y,
por su parte la confiabilidad responde al basamento en la intuición y
entendimientos que permite el desarrollo oportuno del proceso de construcción
de la evaluación.
Por
otra parte, Benjamín Bloom se hace presente con su Taxonomía de Dominios de
Aprendizajes, para sustentar la adquisición de nuevos conocimientos, a través
de la jerarquización de verbos que se deben aplicar al momento de establecer
los objetivos. Tomando en cuenta lo anterior, el dominio de las actividades
educativas, las cuales incluyen el cognitivo, el afectivo y el psicomotor.
Igualmente ciertos estudiantes de la
Taxonomía de Bloom han aportado nuevas ideas que refuerzan los criterios por
los que se rige la misma, tales como: Anderson, Pager y Krathwohl. Finalmente,
para llevar a cabo con efectividad el proceso evaluativo, se deben tomar en consideración
las leyes establecidas por los entes gubernamentales, quienes apuestan al logro
de la calidad de educación esperada, para la evolución del país.
Excelente ensayo, totalmente de acuerdo.
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